En esta sección encontrarás artículos de variados temas, esto te ayudará a comprender y aprender cada día mas acerca de Jesús.
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¿Urgente o Necesario?
¿Soy Espiritual?
Cerdo en el Baño
¿Arrojas piedras?
¿Que Hago?
Voces Negativas
¿Urgente o Necesario?
¨No fue mi intención olvidar a Dios”
Éste será el lamento de multitudes algún día, cuando ya sea tarde para rectificar el error. No habrán estado en contra de Dios y nunca se habrán burlado de Jesús. Será gente buena y responsable. Es la gente que ahora se encuentra con la urgencia de ganarse el pan, cuidar a los hijos, terminar de pagar las cuotas de la casa, buscar una cierta estabilidad que les permita vivir tranquilos y sin sobresaltos. ¡Todas cosas buenas!
Nunca decidieron no seguir a Dios; siempre desearon encontrar el tiempo y la oportunidad propicia para acercarse a Él porque saben que es fundamental para vivir bien. Pero lo urgente domina la escena de sus vidas, y lo importante sigue postergándose, tal vez, hasta que ya sea tarde.
El error de esta gente habrá sido pensar que su vida cotidiana no tiene relación con la trascendencia de Dios. Creen que Dios no se interesa por los detalles del hogar, del trabajo y que uno tiene que resolver sus problemas de conducta personal antes de acercarse a Él.
La verdad es que cumplir con los deberes diarios no se opone a tener una buena relación con Dios. Son cosas que pueden realizarse simultáneamente. Dios quiere convivir dentro del cuadro de su trabajo, de su sufrimiento, de sus problemas y aún con sus defectos personales. Dios está profundamente interesado en los detalles más mínimos de su vida; lo único que impide que no se ponga a nuestro lado en los deberes y el trajinar de nuestra vida es que le cerramos la puerta.
Lo urgente en nuestra vida es un concepto muy relativo. Debemos lograr la correcta relación entre lo urgente y lo importante. Lo importante debe dominar la escena. Lo urgente se puede volver en un tirano que domina la vida. Sin embargo, hay personas que se dieron cuenta y lograron reordenar sus valores librándose así de esta tiranía. Han descubierto que Dios no es una responsabilidad, sino una necesidad y una orientación de vida.
Es un error pensar que debemos dejar totalmente nuestros deberes diarios para ser religiosos, ni tampoco es concederle a Dios una determinada proporción de nuestro tiempo. El secreto está en que Jesús comience a ser el centro de todo, del trabajo, de los estudios, de todas nuestras obligaciones. Es una relación de amistad con el que se entregó incondicionalmente por la humanidad, dando su vida para que nosotros podamos disfrutar una vida abundante.
Si quiere ser feliz, ¡revitalice su relación y comunión con Dios a través de Jesús! Búsquelo de corazón. Permítale que intervenga en su historia y la cambie. Entréguele sus cargas, debilidades, pecados y angustias. No siga intentándolo sólo, porque las fuerzas se acaban, el dolor es grande y los brazos se caen. ¡Dios quiere ayudarlo!
Por todo esto, no deje que las urgencias de la vida derroten lo más importante que puede tener: ¡Dios en su vida hoy!
¡Vivamos una vida al 100%!
¿Soy Espiritual?
Los israelitas partieron del monte de Hor, conquistaron territorio enemigo, tierras de los amorreos y de Basán y acamparon en los campos de Moab al borde del río Jordán. Aquí se desencadena una historia con cuatro protagonistas centrales: El rey de Moab, Balaam, una asna y Dios.
Balac es una figura de Satanás. Al igual que Balac, Satanás tiene miedo de perder su territorio (el mundo con su cultura, sus modas, sus gustos, su estilo de vida) y a su gente (los pecadores oprimidos, perturbados, desconsolados, amargados y condenados al infierno).
Cada vez que el pueblo santo de Dios (la iglesia) avanza y conquista nuevos territorios (personas salvadas, perdonadas, libres de culpas y miedos) ¡él se pone como loco!
Al igual que Balac, su propósito es maldecir a los hijos de Dios. Tratarnos mal, despreciarnos, hundirnos, mentirnos. Hacernos sentir desvalorizados, fracasados, inútiles, enfermos, abandonados. Culpables de todo o víctimas de todo. Satanás es perverso. No lo trates con simpatía. No creas sus sucias mentiras. Él te odia. Pero su final está cerca. Él es un perdedor.
Esta persona no es lo que aparenta. ¡Ojo! Las apariencias engañan. No es lo mismo ser espiritual, que parecer espiritual. Éste sólo lo parecía.
Balaam era codicioso y fue fácilmente seducido por la propuesta económica de Balac. ¿Cómo estoy tan seguro de esto? Porque si él no hubiese sido tentado por las propuestas de Balac, no les hubiera dicho a los enviados que se quedaran con él una noche más para ver qué le decía Dios. Él esperaba que Dios cambiara de idea y lo apoyara.
Balaam sentía, además, que los mandamientos de Dios eran un obstáculo para su éxito. Es como si él dijera: “Yo iría con ustedes pero Dios no me deja”. “No tengo problemas en maldecir al pueblo pero Dios no me da permiso”.
¿No decimos nosotros cosas parecidas? “Yo iría a bailar contigo pero en la iglesia no me dejan”. “Yo estaría en ese ministerio pero los lideres no me ponen”.
Pero Balaam insiste. Tener intimidad con Dios, hablar con él o insistirle, no significa que Él cambie de ideas para quedar bien con nosotros y satisfacer nuestros caprichos.
Balaam dejó de escuchar la palabra de Dios y aunque Dios lo utilizó para bendecir a su pueblo, Dios no aprobó su vida. Dios puede usarte en ministerios pero no estar de acuerdo con tu vida, no aprobar tu corazón.
¡El asna fue más espiritual que el propio Balaam! ¡El asna pudo “ver” lo que Balaam no veía! Pudo “ver” que Dios no aprobaba la codicia del corazón de su dueño. Pudo “ver” el impedimento de Dios. Pero Balaam no veía nada. Por no hablar obedientemente con Dios termino hablando con un animal. El asna a la que tratamos de estúpida resultó ser más sabia que el profeta desobediente.
¡Te das cuenta cómo la desobediencia puede transformar a alguien en un asno incrédulo y estúpido!
Dios como siempre Él guardo a su pueblo. Él los bendijo. Él les tapó la boca a todos sus enemigos. Él es Dios. ¿Qué más podemos decir?
Cerdo en el Baño
Era un baño público, un elegante baño público para aquellos a quienes les gusta el jacuzzi, la sauna, el vapor y la piscina de natación, al que entró a bañarse Lin Yutao, ciudadano de Cantón, China, de cuarenta y ocho años de edad.
En la piscina estaba cuando lo arrestaron. Es que Lin Yutao, granjero y amigo de los animales, había entrado a bañarse con un cerdo mascota. «Ha atentado contra la paz de la ciudad, y ha dado muy mal ejemplo», explicaron las autoridades. Como nota de humor, Lin Yutao no pudo llevarse el cerdo a la cárcel.
Es bueno bañarse seguido. De eso no hay duda. Y es bueno ser socio de algún gimnasio que tenga baños de jacuzzi, de sauna y de vapor. Pero no es nada bueno meterse al agua, donde otros también se bañan, abrazando un cerdo.
¿A quién se le ocurre bañarse con un cerdo? El cerdo es símbolo de la suciedad. Cuando se quiere insultar a alguien, se le dice «cerdo» o «puerco». Y por más bañado y limpio que esté, un cerdo, metido en un baño público, ofende a todos los demás ocupantes.
Jesucristo se refirió a los cerdos en una ocasión en que enseñaba acerca de quienes, sin discreción, comparten lo puro y lo justo con los inmundos. «No den lo sagrado a los perros —dijo—, no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen; ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen»
¡Cuánta gente convive con cerdos, se siente cómoda entre cerdos, se relaciona con cerdos y hasta hace negocios con cerdos! Estas son las personas que se asocian con los de mal vivir, con los que han echado por la borda todo principio moral, con los que se sienten más cómodos viviendo en el delito que en la decencia.
Hay muchos que piensan sólo en hacer el mal, que viven del robo, de la estafa, del narcotráfico y del contrabando. La expresión es dura y el calificativo hiriente, pero hay que llamar a lo inmundo, inmundo.
No es por nada que la Biblia considera al puerco un animal inmundo. No es sólo porque su carne está generalmente cargada de toxinas, sino porque el puerco ha venido a ser el símbolo del desaseo, del abandono, de la dejadez.
No es necesario vivir en suciedad cuando se puede vivir en pureza. Basta con decirle a Cristo: «Quiero ser limpio, Señor», para que Él nos purifique de toda inmundicia. Porque Cristo responde a todo el que lo busca de corazón.
Su sangre nos limpia de todo pecado.
¿Arrojas piedras?
A mí me fallan una vez y ahí termina todo». Así se expresaba una dama hablando de la posibilidad de que algún día su esposo le fallara. Ese espíritu de no dar una segunda oportunidad al que comete un error prevalece entre esposos, amigos, miembros de iglesia e instituciones. El lema es: «Si fallaste, no esperes más». Es un consuelo pensar que Dios no es así. Dios es el Dios de la segunda oportunidad.
Dios demostró en la cruz del Calvario el amor verdadero, que alcanza a quienes ya agotaron toda oportunidad y toda paciencia humana. El drama de la mujer sorprendida en adulterio nos enseña una gran lección. ¿Cuál habría sido tu reacción ante la petición de aquellos celosos guardianes del “Manual de la Iglesia” de la época y de las normas morales establecidas? Jesús reaccionó con amor. Amor, no solo para la acusada, sino para los acusadores. Sabemos lo que hizo; los convenció de sus propios pecados para que meditaran.
Los escribió en el polvo y solo ellos pudieron entenderlo. Inmediatamente expresó un principio básico que debe llamarnos a la reflexión, especialmente cuando nos convertimos en jueces de los que han cometido un error: «El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en arrojar la piedra»
Deberíamos tener cuidado, porque hay un principio psicológico bien establecido: «Solo notamos en los demás los errores que nosotros mismos cometemos». Por eso dijo el Señor que cuando juzgamos y condenamos a los demás, nos juzgamos y nos condenamos a nosotros mismos.
No ignoremos esta terrible verdad. Las personas más críticas y que con más saña juzgan a los demás son las que, generalmente, son culpables de los mismos pecados que el acusado.
El hermano del hijo pródigo, que se incomodó porque a este se le dio una segunda oportunidad, hacía las mismas cosas que él. La diferencia es que las hacía dentro de la casa.
Ninguno de los acusadores de la mujer pudo hacer alarde de una vida sin pecado, por lo cual desaparecieron todos inmediatamente. Solamente quedó el único que podía lanzar la primera piedra, Jesús. Pero él rehusó condenar a la pecadora.
El ministerio de Jesús será siempre el de la segunda, la tercera, la enésima oportunidad. Su política es dar todas las oportunidades que sean necesarias.
No conserva una lista de errores. Su gran deseo es dar una segunda oportunidad para hacer lo recto a todo aquel que lo necesite y desee comenzar de nuevo. Concede hoy una segunda oportunidad a todos los que lo necesiten y lo pidan.
Jesús dijo: “Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre”
Es cierto que pueden lastimarte, ofenderte o defraudarte, pero, si de tu corazón brotan el rencor, los deseos de venganza, los juicios de condenación, estos contaminarán tu alma. Matarán tu vida espiritual robándote la paz, la alegría y la comunión con el Señor.
Si acudes a la presencia de Dios, Él sanará tu corazón quebrantado.
Allí tendrás que decidirte a perdonar y renunciar a todo juicio que levantaste.
Ese perdón es el que te sana, te liberta y restaura la comunión gozosa con Dios.
¿Que Hago?
La noche cuando el barco “Princes Alice” chocó con el “Bywell Castel”, a causa de una densa niebla, y seiscientos excursionistas perecieron de los novecientos o más que iban a bordo, dos barqueros estaban amarrando sus barcos. Al oír el estallido y los gritos uno de ellos dijo: “Estoy cansado, me voy a casa, nadie me verá en la niebla”.
Los dos tuvieron que comparecer en la investigación del caso. Interrogado el primero si había oído los gritos contestó que sí. Vuelto a ser interrogado qué había hecho contestó: –Nada señor. — ¿No está avergonzado? A lo que contestó:–Señor, la vergüenza nunca me dejará hasta que muera.
Interrogado el otro qué había hecho contestó: –Salté al barco y remé con todas mi fuerzas hacia el barco náufrago. Atesté mi bote de mujeres y niños, y cuando ya era peligroso tomar otra más, me fui remando con este grito: ¡Oh, Señor, quién tuviera un barco más grande! ¡OH, SEÑOR, QUIEN TUVIERA UN BARCO MÁS GRANDE!”.
Podemos imaginar las palabras dirigidas a estos dos hombres, cuán distintas habrán sido. ¡Oh, que cada lector pueda hacerse un examen delante de Dios y a la luz de su presencia pueda darse cuenta de cómo está aprovechando el tiempo tan precioso que él nos da! Y una santa compasión por las almas perdidas inunde todo nuestro ser, y desde hoy resuelva ponerse a entera disposición del Señor para un servicio más eficiente que honre a nuestro Dios y nos produzca más gozo
Dios nos ha dado libre albedrío, nosotros somos libres de elegir, de tomar decisiones, pero la palabra de Dios nos advierte que no todo nos conviene, debemos tener cuidado y poner mucha atención sobre esas cosas que nosotros mismos sabemos que nos hacen daño, que no nos edifican que no nos convienen para no dejarnos dominar de ellas, no dejarnos influenciar, no dejarnos llevar pues eso afectara nuestra vida de manera negativa y luego lo único que quedan son los lamentos que sinceramente no sirven para nada cuando uno mismo lo pudo haber evitado.
¿Qué es eso que en estos momentos no te conviene? ¿Será una amistad? ¿Será alguna circunstancia en la que te encuentras? Piensa y medita.
Sé que es difícil dejar eso que no nos conviene, pero lo importante es tomar la decisión de dejar eso, ser valiente y tomar la determinación de dejarlo por muy tentador que esto parezca, o por muy bueno que eso te parezca, pues hay cosas que pensamos que no son malas pero que al final nos traerán problemas. Recuerda lo que dice Proverbios 16:25 “Hay caminos que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte”
La decisión sigue siendo nuestra, la pelota está de nuestro lado de la cancha.
Te reto a hacer una decisión en la que Dios esté involucrado.
¡Bendiciones mil para tu vida!
Voces Negativas
Un Moisés con un carácter impulsivo que asesino a un egipcio, Dios lo lleva al desierto y lo convierte en el hombre más manso sobre la faz de la tierra, ideal para ser el caudillo que libertaria a su pueblo de la esclavitud egipcia.
Una mujer prostituta llama Rahab que es utilizada por Dios para guardar la vida de los espías enviados por el pueblo de Israel a reconocer la ciudad de Jericó. Un Gedeón que se escondía por temor a ser muerto por el pueblo enemigo y que no se creía digno del llamado de Dios por ser el menor de su casa, pero Dios aun así lo llama y lo convierte en un juez libertador.
Un David no tomado en cuenta por su padre como candidato a ser el futuro rey de Israel, un joven pastor de ovejas, pero con una pasión especial por Dios para adorarlo y hacer su voluntad, joven, sencillo, humilde, pero Dios lo vio conforme a su corazón y lo eligió para ser el próximo rey de Israel y el más memorable de la historia de su pueblo.
Un Isaías de mal hablar que cuando se mira delante de la presencia de Dios reconoce que es un hombre de labios inmundos, pero Dios utiliza a ese hombre como un profeta que menciona muchas de las cosas que el Cristo iba a experimentar cuando fuera su venida.
Un Jeremías temeroso y llorón que Dios utiliza para predicar a su pueblo durante muchos años. Un Jonás desobediente y rebelde que Dios utiliza para llevar un mensaje especial a la ciudad de Nínive.
Jesús elige a doce hombre normales, comunes, sin nada especial en ellos: Un Pedro con un carácter fuerte e impulsivo, un Judas que le gustaba tomar lo ajeno, Dos hermanos Juan y Jacobo llamados “Los hijos del trueno” peleadores y con poca tolerancia. Un Simón el Zelote con ideas revolucionarias terrenales y no espirituales. Un Mateo que por ser cobrador de impuestos de su mismo pueblo, era tenido como traidor. Un Tomás con poca fe y así cada uno de los doce no tenia nada de especial y es que eso es lo hermoso de Dios, no toma lo especial, sino que LO HACE ESPECIAL.
Al igual que cada uno de los personajes que te he descrito nosotros no éramos especiales, no teníamos ningún don que nos hiciera merecedores del favor de Dios, es más la mayoría de nosotros ni sabíamos que teníamos algunas cualidades o dones que ahora desarrollamos para el Señor y eso es lo especial de Dios.
No se necesita tener excelente cualidades para que Dios te use, no se necesita ser súper especial para que Él cumpla una misión contigo, Dios es quien nos hace especiales, Él es quien le da valor a nuestra vida.
Quizá los últimos días te has sentido despreciado por la gente, quizá tu misma familia te ha dado la espalda, quizá piensas que no eres nada especial como para que Dios te vuelva a ver y obre en tu vida.
La Langosta es la encargada en una peste de comer todo lo que es verde en una planta.
No dejes que las voces negativas te hagan perder el verdor de tu vida, y aprende a callar las voces negativas de las relaciones toxicas.